viernes, 29 de mayo de 2015

Una 'joya' de personaje

Fabio Velasco es el actor que le da vida al indiscreto vigilante Edmundo Joya Varela, en la serie ‘Sala de urgencias’.



Qué de dónde salió este actor? ¿Qué cómo se llama? ¿Qué dónde había trabajado antes? Eso es lo que más de uno se pregunta por estos días al ver el papelazo que este hombre se está jalando en ‘Sala de urgencias’ donde le da vida a Edmundo Joya. Para quienes no lo conocían aquí se los presentamos. Se llama Fabio Velasco, nació en Popayán, vivió en Cali, estudió Comunicación Social y teatro, está casado hace 12 años y tiene dos hijos.



Empecemos....

A Cali llegó en el año 90 para estudiar Comunicación Social en la Universidad Autónoma. Dentro de la institución se abrió un grupo de teatro al que él se inscribió y fue él mismo profesor el que lo cuestionó sobre la carrera que estaba estudiando. Le vio madera para actuar y le propuso que averiguara en la Universidad del Valle en la facultad de Arte Dramático. La idea le sonó a Fabio y no tardó en matricularse a la par en la institución pública.
“A mí me gusta estudiar pero en la universidad siempre estuve dando brincos. Alcancé a hacer cinco semestres de Comunicación pero cuando estaba en tercero, entré a la par a hacer primer semestre de teatro. Luego estuve dos años en la del Valle estudiando teatro pero arranqué para Bogotá con el sueño de seguir mi carrera de actuación”, recordó.
Para ello tuvo que pedirle ayuda económica a su mamá, quien con mucho sacrificio recuerda él, le puso una plata en las oficinas de Transbelálcazar. En la Terminal de Cali reclamó el dinero y en bus se fue para Bogotá junto con otro amigo. La primera semana se hospedaron en la casa de otro compañero, pero a los ochos días, Fabio ya estaba durmiendo en una pequeña pieza en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, ubicado en el barrio La Candelaria. 
Allí hizo un pacto de contraprestación: él cuidaba de las instalaciones a cambio de asegurarse el techo. Por lo que sí cobraba era por los servicios adicionales que hacía como trabajos de mantenimiento y sobre todo de luces, porque no habían ni siquiera escaleras y él -que parecía un mico- se trepaba a los techos con sogas.
Y al recordar esos inicios Fabio cae en la cuenta que ese primer trabajo de celador le dio las bases para crear a Edmundo Joya, el personaje por el que todo el mundo hoy lo reconoce, a pesar de que en televisión ya había participado en producciones como: ‘Clase aparte’, ‘Regreso a la guaca’, ‘Marbelle’, ‘La Pola’, ‘Dónde está Elisa’ y ‘Cinco viudas sueltas’.
Sin embargo, Fabio reconoce que su vida artística la ha desarrollado en su mayoría en el teatro. Después de que entró como celador en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, terminó actuando porque era un inquieto en el tema.


Yo cogía los libretos de los actores, me sentaba al lado de Hugo Afanador, el director, y le preguntaba y lo cuestionaba. Después me dio la oportunidad de actuar en una obra y allí arranqué”, nos contó Fabio.
El salto lo dio al Teatro La Candelaria donde estuvo 15 años participando en un número que no recuerda de obras. Además de trabajar allí y de terminar de formarse como el actor que es, Fabio conoció a su actual esposa con quien hoy armaron ‘rancho aparte’, laboralmente hablando.
“Yo duré 15 años en La Candelaria, Fanny 20. Ya nos retiramos y le dimos vida a VB Ingeniería Teatral una compañía artística con la que dictamos clases, montamos obras, presentamos, hacemos de todo un poquito”; nos contó.


Su familia es su joya

A su esposa Fanny Baena, también actriz, directora y pedagoga teatral, la conoció en el Teatro La Candelaria hace 22 años. Durante 10 fueron amigos, según él, “nunca nos dimos ni siquiera un besito”, pero con el tiempo esa amistad se transformó en amor y hace 12 años se casaron. Fruto de esa relación nacieron Juan David que está próximo a cumplir 12 años y Jacobo, de 7.Estos pequeños reconoce, le cambiaron la vida y lo aterrizaron porque iba por otros caminos. Cree que Dios le permitió vivir esos momentos para llegar al momento de madurez en el que hoy se encuentra.
“El nacimiento de ese par de niños me centró bastante porque después de haber sido muy religioso en Popayán y una parte en Cali , llegué a Bogotá y metiéndome en el mundo teatral, en el humanismo y toda la cosa, me enloquecí un poco, me demencié, hice cosas que no había hecho nunca”, afirmó Fabio.
Ahora se siente otra persona. Es un hombre casero y entre planes con sus amigos y su familia, prefiere a su esposa y sus hijos.
“La casa para mí es un imán. Me gusta llegar a ella, Fanny además cocina delicioso y si ella me dice que está en la cocina yo prefiero llegarle con un vino y compartir juntos”, dijo.
Y quién ve a Fabio, es un hombre que hace de todo. Según Fanny, su esposa, sólo le faltó ponerle unas roscas en las puchecas, para que le ayudara a amamantar a sus hijos. Por lo demás, Fabio es un hombre tranquilo, mamador de gallo con las personas que tiene confianza e increíblemente tímido cuando tiene una cámara en frente. Muy distinto a Joya, su personaje, al que parece que nada lo intimida.




Tomado de la Revista La Q' del 22 de mayo de 2015.



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