lunes, 8 de junio de 2015

La sexy 'doctora Lucy'

Tatiana Ariza es 'Lucy' en 'Sala de urgencias'. Estudió enfermería, es bailarina árabe, mejor dicho, toda una caja de sorpresas.



Su nombre real es Tatiana Hurtado Ariza pero al llegar a Bogotá buscando hacer una carrera artística, tuvo que quedarse sólo con el apellido de su mamá, por aquello de que sonaba más sonoro. Y llegar a la capital también le significó dejar en Manizales a su madre, doña Clarita y a su hermano Mateo, de 18 años, a quien ella se refiere como “mi bombón de chocolate blanco”. 
“El sacrificio más grande que he hecho por mi carrera es dejar a mi familia, mi mamá y mi hermano que son mis dos amores, mis grandes motores. Sin embargo, yo tenía claro que una vez terminara de estudiar en Manizales la licenciatura para Artes Escénicas, me radicaría en Bogotá”, nos contó.
Y allá lleva un par de años. Unos tíos fueron los que la recibieron y desde su llegada se ha venido abriendo camino. A Tatiana la hemos visto en ‘Alias, el mexicano’, ‘El Capo 2’, ‘Cumbia Ninja’ y ahora en ‘Sala de urgencias’, con un personaje que le ha regalado muchas alegrías. 
“Cuando llegué a Bogotá comencé de cero. No sabía qué iba a pasar pero cuando uno ama tanto lo que hace nunca tiene miedo. Ahora sé que lo que me ha pasado no ha sido un golpe de suerte, sino que se ha trabajado responsablemente”, dijo.
Y los frutos parece que comienza a verlos con su actual personaje, pues hoy todo el mundo habla de ‘Lucy’, aunque en la calle no la reconozcan mucho porque gracias a su protagónico sufrió una transformación.
“Un día me invitaron a una entrevista en televisión y cuando me vieron pensaron que se habían equivocado invitando a otra persona. Y es que llegué con un vestido negro ceñido al cuerpo, sin gafas sin trenzas. Me dijeron: “es que nosotros estamos esperando a Tatiana Ariza” y les dije: “Yo soy Tatiana Ariza”, nos contó entre risas.
Pero no es lo único curioso que le ha pasado en su vida. Tatiana, antes de ser actriz, estudió enfermería en la Universidad de Caldas, porque su sueño era salvar a los abuelitos y a los niños. Sin embargo, un paciente suyo terminó frustrándola. 
“Yo atendía un abuelito que sufría de poliomielitis desde que nació y se le debían suministrar unas pastas. Yo estaba convencida de que él se las tomaba cuando un día mi jefa me gritó y me dijo que me asomara al jardín. Fuimos a ver y parecía nieve. El abuelito tiraba todos los medicamentos por la ventana”, recordó entre risas y así fue que abondonó esa carrera.
Y para cosas curiosas les contamos que Tatiana es bailarina de danza árabe porque en la Licenciatura de Artes Escénicas le daban clases de danza y ella siente una fascinación por el tema. En la actualidad trabaja con la comunidad transexual, montando espectáculos y llevándolos a distintas partes para sensibilizar a las personas sobre el respeto a la diversidad.



Y Tatiana está enamorada

La actriz es la novia de Rubén Zamora, ‘Miguel Grajales’, en ‘Sala de urgencias’. “No hablamos mucho de la relación pero comenzamos casi al final de las grabaciones de la serie. La vida le pone proyectos a uno que no sólo te hacen crecer profesionalmente sino que te dan el privilegio de enamorarte, estar bien y conocer a personas tan hermosas como lo es Rubén. Me siento muy tranquila y feliz con él”, nos dijo.
Ella es de planes relajados. Su plan favorito es ir a un café y leerse un libro. ”Mis mejores repertorios los he encontrado en un café, lo tengo que confesar. Cuando estoy leyendo llega gente y yo observo, porque mi trabajo tiene mucho de eso, de analizar, y los observo porque seguramente algún día tendré que interpretar a un personaje de esos que suelo ver en un café”.




El más entusado de Colombia

Guillermo García es el protagonista de 'La Tusa'. En la vida real se ha matriculado hasta en cursos de cocina para superar los desamores.



Guillermo García es la primera vez que lo estamos viendo en nuestra televisión, pero eso no significa que sea la primera vez que haya estado en nuestro país. El actor había incluso, vivido en Bogotá, tratando de abrirse puertas en el campo de la actuación sin haber contado con mucha suerte. 
“Colombia para mí no fue fácil. Primero viví cinco meses, luego cuatro, luego tres. Tuve tres mánager y no se me daban las cosas. Iba a Venezuela a trabajar, venía con el dinero y todo me lo gastaba sobreviviendo acá sin que se me abriera una sola puerta”, nos contó Guillermo.
 de esas épocas duras en nuestro país, recuerda que vivió en el apartamento de una muy buena amiga, durmiendo en un colchón inflable que cada noche extendía al lado de la cocina porque era el único espacio libre. “Cada vez que se iba a abrir la nevera había que correr el colchón porque éste la tapaba”, recordó entre risas.
Pero la vida parece premiarlo ahora por tal sacrificio y Guillermo se estrenó esta semana en nuestra televisión y mejor aún, como protagonista de ‘La tusa’, nueva serie de Caracol. Curiosamente, contó él, para ganar este papel vino un sólo día a Colombia para presentar casting y después fue que lo llamaron a contarle la noticia.
“Yo ya había decidido no volver a insistir en Colombia porque sentía que estaba forzando mucho las cosas y dije que a este país volvía pero a visitar a los amigos, porque es imposible no tener amigos acá, y para comer rico. Pero un día mi mánager me llamó, yo estaba en Los Ángeles, y me dijo que viajara a presentar el casting. Me parecía muy arriesgado venir, gastar tanto dinero en los pasajes, pero ella me insistió. Vine un día, hice lo que tenía que hacer y volví a irme. A los dos meses me llamaron y me dijeron que el papel era mio y yo no lo podía creer”, nos contó.
Aunque venezolano, Guillermo está radicado en Los Ángeles, abriéndose oportunidades en esa ciudad, porque aunque ha sido profeta en su tierra, él siente la necesidad de trabajar por fuera para cuestionarse como actor. Lleva casi 20 años de carrera, ha trabajado en 10 películas y de las novelas y las series, ya perdió la cuenta. De lo que si no se olvida, es de su primer trabajo en este cuento de las artes.


SUS INICIOS

Guillermo es Comunicador Social, pero estudió esta carrera para darle gusto a doña Leonor, su mamá. Una vez tuvo el título, viajó a Caracas desde Barquisemeto, su ciudad natal, y lo primero que hizo fue un curso de doblajes. Su primer personaje fue ser la voz de Linterna Verde, el del comic de la Liga de la Justicia. Por tres años vivió de este trabajo pero según él, es un campo complicado.
“Yo no viví del doblaje, sobreviví. Llegué a doblar hasta películas porno, trabajé para History Channel, pero después llegó el teatro y luego la TV y el cine”, dijo.

Y a propósito, ¿Cómo ha vivido sus tusas?

Una vez me metí hasta clases de cocina para ocupar el tiempo y también, una vez fui a un concierto de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat. Era el único joven en ese lugar, apenas tenía 25 años.

¿Ha sido muy noviero?

Me encanta la idea de estar enamorado, aunque con la soledad me la llevo bien, pero cuando te llega alguien especial en la vida, por supuesto, todo es mucho mejor.

¿Y ahora tiene novia?

Sí y estoy feliz, pero prefiero hablar de política que de la vida íntima.

¿No nos dice de quién se trata, pero cómo lo enamoraron?

Con el sentido del humor. Me gusta una mujer que sea bella pero que no todo se lo deje a la belleza, que sea carismática, inteligente, buena conversadora y que sepa bailar.

viernes, 29 de mayo de 2015

Una 'joya' de personaje

Fabio Velasco es el actor que le da vida al indiscreto vigilante Edmundo Joya Varela, en la serie ‘Sala de urgencias’.



Qué de dónde salió este actor? ¿Qué cómo se llama? ¿Qué dónde había trabajado antes? Eso es lo que más de uno se pregunta por estos días al ver el papelazo que este hombre se está jalando en ‘Sala de urgencias’ donde le da vida a Edmundo Joya. Para quienes no lo conocían aquí se los presentamos. Se llama Fabio Velasco, nació en Popayán, vivió en Cali, estudió Comunicación Social y teatro, está casado hace 12 años y tiene dos hijos.



Empecemos....

A Cali llegó en el año 90 para estudiar Comunicación Social en la Universidad Autónoma. Dentro de la institución se abrió un grupo de teatro al que él se inscribió y fue él mismo profesor el que lo cuestionó sobre la carrera que estaba estudiando. Le vio madera para actuar y le propuso que averiguara en la Universidad del Valle en la facultad de Arte Dramático. La idea le sonó a Fabio y no tardó en matricularse a la par en la institución pública.
“A mí me gusta estudiar pero en la universidad siempre estuve dando brincos. Alcancé a hacer cinco semestres de Comunicación pero cuando estaba en tercero, entré a la par a hacer primer semestre de teatro. Luego estuve dos años en la del Valle estudiando teatro pero arranqué para Bogotá con el sueño de seguir mi carrera de actuación”, recordó.
Para ello tuvo que pedirle ayuda económica a su mamá, quien con mucho sacrificio recuerda él, le puso una plata en las oficinas de Transbelálcazar. En la Terminal de Cali reclamó el dinero y en bus se fue para Bogotá junto con otro amigo. La primera semana se hospedaron en la casa de otro compañero, pero a los ochos días, Fabio ya estaba durmiendo en una pequeña pieza en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, ubicado en el barrio La Candelaria. 
Allí hizo un pacto de contraprestación: él cuidaba de las instalaciones a cambio de asegurarse el techo. Por lo que sí cobraba era por los servicios adicionales que hacía como trabajos de mantenimiento y sobre todo de luces, porque no habían ni siquiera escaleras y él -que parecía un mico- se trepaba a los techos con sogas.
Y al recordar esos inicios Fabio cae en la cuenta que ese primer trabajo de celador le dio las bases para crear a Edmundo Joya, el personaje por el que todo el mundo hoy lo reconoce, a pesar de que en televisión ya había participado en producciones como: ‘Clase aparte’, ‘Regreso a la guaca’, ‘Marbelle’, ‘La Pola’, ‘Dónde está Elisa’ y ‘Cinco viudas sueltas’.
Sin embargo, Fabio reconoce que su vida artística la ha desarrollado en su mayoría en el teatro. Después de que entró como celador en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, terminó actuando porque era un inquieto en el tema.


Yo cogía los libretos de los actores, me sentaba al lado de Hugo Afanador, el director, y le preguntaba y lo cuestionaba. Después me dio la oportunidad de actuar en una obra y allí arranqué”, nos contó Fabio.
El salto lo dio al Teatro La Candelaria donde estuvo 15 años participando en un número que no recuerda de obras. Además de trabajar allí y de terminar de formarse como el actor que es, Fabio conoció a su actual esposa con quien hoy armaron ‘rancho aparte’, laboralmente hablando.
“Yo duré 15 años en La Candelaria, Fanny 20. Ya nos retiramos y le dimos vida a VB Ingeniería Teatral una compañía artística con la que dictamos clases, montamos obras, presentamos, hacemos de todo un poquito”; nos contó.


Su familia es su joya

A su esposa Fanny Baena, también actriz, directora y pedagoga teatral, la conoció en el Teatro La Candelaria hace 22 años. Durante 10 fueron amigos, según él, “nunca nos dimos ni siquiera un besito”, pero con el tiempo esa amistad se transformó en amor y hace 12 años se casaron. Fruto de esa relación nacieron Juan David que está próximo a cumplir 12 años y Jacobo, de 7.Estos pequeños reconoce, le cambiaron la vida y lo aterrizaron porque iba por otros caminos. Cree que Dios le permitió vivir esos momentos para llegar al momento de madurez en el que hoy se encuentra.
“El nacimiento de ese par de niños me centró bastante porque después de haber sido muy religioso en Popayán y una parte en Cali , llegué a Bogotá y metiéndome en el mundo teatral, en el humanismo y toda la cosa, me enloquecí un poco, me demencié, hice cosas que no había hecho nunca”, afirmó Fabio.
Ahora se siente otra persona. Es un hombre casero y entre planes con sus amigos y su familia, prefiere a su esposa y sus hijos.
“La casa para mí es un imán. Me gusta llegar a ella, Fanny además cocina delicioso y si ella me dice que está en la cocina yo prefiero llegarle con un vino y compartir juntos”, dijo.
Y quién ve a Fabio, es un hombre que hace de todo. Según Fanny, su esposa, sólo le faltó ponerle unas roscas en las puchecas, para que le ayudara a amamantar a sus hijos. Por lo demás, Fabio es un hombre tranquilo, mamador de gallo con las personas que tiene confianza e increíblemente tímido cuando tiene una cámara en frente. Muy distinto a Joya, su personaje, al que parece que nada lo intimida.




Tomado de la Revista La Q' del 22 de mayo de 2015.



martes, 26 de mayo de 2015

"Ahora me siento como un cisne"

El próximo 4 de junio será el renacer de Farina. La artista lleva casi 10 meses ausente debido a una operación de mandíbula a la que se sometió y de la que aún se recupera.


El pasado 19 de septiembre Farina se sometió a la cirugía de mandíbula que su cuerpo le estaba reclamando a gritos desde hace más de 10 años y a la que ella le había hecho el quite por miedo, por trabajo, por costos, por una cosa y la otra. No pudo aplazarla más porque el dolor en las articulaciones de la cara se le hizo insoportable y eso la mantenía sumida en una profunda tristeza.
“Me dolía al reir, al masticar, no podía comerme una manzana, me levantaba con un dolor en la boca y en las encías horrible com si hubiera comido carne toda la noche, me daba mucho dolor de cabeza y hasta me dolía el oído izquierdo”, relató Farina.
El dolor físico se le sumaba al dolor que le significa entrar al quirófano en el momento más importante de su carrera, pues su tema ‘Pum pum’ que había grabado con Ñejo Flow, tenía más de 45 millones de visitas en YouTube y tenía programadas varias presentaciones alrededor del mundo.
“Saber que estaba en un buen momento profesional fue lo más difícil para mí, a la hora de tomar la decisión de operarme. Sabía que me tenía que ausentar un año y me daba miedo que la gente se olvidara de mí”, afirmó. Pero aún así la decisión se tomó y poniéndole el corazón de guerrera que la caracteriza, Farina se sometió a la cirugía que tardó 7 horas.
Ya completó 8 meses de recuperación, tiempo en que no pudo hablar, menos cantar, comía sólo con pitillo y su cara se hinchó al punto de estar irreconocible. Al término de estos meses ella ha comenzado a ver la luz de la que ha sido quizás la prueba más difícil de su vida y sus miedos ahora comienzan a disiparse, porque la vida parece comenzarla a premiar por su sacrificio.
Hace poco recibió la noticia de que fue nominada por el canal HTV como la Mejor Artista Latina y Mejor Artista Latina Promesa, en los premios que se entregarán el próximo 4 de junio en Punta Cana. Además de estar nominada, se va a presentar en tarima con Alexis & Fido, por lo que esa fecha será entonces el reecuentro de Farina con el público, con la tarima.
“Imagínate cómo me va a dar la bienvenida la vida, yo lo siento como algo mágico, siento que tantas lágrimas, preocupación, noches de desvelo, miedo a que la gente se olvidara de mí, aquí terminan”, puntualizó.

¿Qué fue lo más difícil en todo este proceso?
Además de tomar la decisión de operarme en el momento más importante de mi carrera, los cuidados que tuve que tener después de la cirugía. La hinchazón, el desespero de estar en tu casa, esperar desincharme un año, comer durante los tres primeros meses con pitillo, perder la sensibilidad en toda la parte de tu boca, tantas cosas.

¿Cuánto tiempo dejó de hablar?
El primer mes. Me la pasaba escribiendo, ya en el segundo mes podía pero a uno le da impresión que se le revienten los puntos. Todo el tiempo estaba con bolsas de hielo, bolsas de agua caliente, tener cuidado con la cepillada, los enjuagues, todo fue un proceso pero yo siempre estuve con la actitud y con la expectativa de cómo me iba a ver.

¿Cuándo se veía al espejo cuál era su impresión?
Lloraba bastante. Tenía mucho desespero y pensaba en si había hecho lo correcto. A veces no quería pararme de mi cama, otras veces me levantaba en la madrugada y me asomaba al espejo sólo para ver cuanto había desinchado. Se me hizo largo el tiempo, pero después del tercer mes tuve que relajarme y enamorarme de mi recuperación. 

¿Hoy se ve al espejo y qué ve?
Me siento super bien, no tanto por lo físico si no por el hecho de poder masticar bien, morder una manzana y no darme susto de que se me va a desencajar la mandíbula. Ahora me siento segura y hasta puedo cantar mejor porque mi respiración mejoró, mi fuerza vocal también. Mejor dicho, me siento como un cisne.

¿Quién estuvo con usted en todo este proceso?
Es algo muy particular porque uno de se da cuenta quién es quién en tu vida. Me di cuenta que en la mía son mi familia y mis seguidores que tengo desde hace más de 10 años con el Factor X.

¿Todo fue tan terrible en esos momentos?
No. Al contrario, creo que todo fue positivo porque en ese momento en que no puedes hablar sólo observar y pensar, te ayuda a sacar conclusiones y creo que crecí mucho espiritualmente y ese fue un momento que Dios me mandó para que yo analizara todo a mi alrededor. 

¿Y llegó a alguna conclusión?
Que a veces por estar acelerando tantos los procesos te olvidas de dónde vienes y a lo que vienes. 

¿Cuándo comenzó usted con su problema de mandíbula?
Todo ese cambio me comenzó después de los 18 años. No fue algo con lo que yo crecí sino que se me fue desarrollando. Tratamos de corregirlo con ortodoncia, pero notábamos que mi mandíbula se iba desencajando y corriendo más hacia un lado. Algunos médicos dicen que como yo sufrí de epilepsia durante muchos años y tomé muchos medicamentos, de pronto esas son secuelas de la droga porque era muy fuerte. Si no fue eso, no entendemos qué paso.



miércoles, 20 de mayo de 2015

"Creo que en RCN se equivocaron"




Han pasado algunos meses desde que el Canal RCN decidió sacar del aire el programa de chismes ‘El lavadero’ y con él, a sus presentadores, entre ellos, Rodrigo Castro. Ahora con un poco más de calma, Rodrigo se atreve a hablar sobre su repentina salida porque “a mí me avisaron de un día para otro”.

En su momento no quiso referirse al tema de su salida ¿Qué cree que pasó?

Yo lo único que tengo que decir con respecto a mi salida es que si fue así es porque así lo quisieron y decidieron, y hay que seguir adelante.



¿Qué sintió en ese momento?
Yo empecé mi carrera en RCN hace 20-25 años, todo se lo debo a ese canal, pero también tengo que ser un poco crítico y con todo el respeto que se merecen los directivos, con el cariño que les tengo además, que creo que se equivocaron. Llevábamos 10 años de trabajo en ‘El lavadero’ cosechando un rating, colonizando un espacio. Que había que hacer cambios, sí. Que había que modernizar el programa, sí, pero yo creo que quienes estábamos al interior del programa lo estábamos haciendo con mucho cariño, con mucha dedicación y con la camiseta puesta, y yo tenía puesta la camiseta de RCN.

Un trato injusto...
Si siento que fue un trato muy injusto para unas personas que nos dedicamos a trabajar. Nunca tuve una diferencia con nadie, nunca tuve ínfulas de nada, pero sí duele cuando sientes que te dejan solo cuando has dado tanto.

¿Pensó en demandar?
Aunque más de uno me decía que lo hiciera yo nunca pensé en demandar ni nada. Se lo dije a las directivas, ustedes son mi familia, mis amigos, pero a la gente que te ha dado tanto tu tienes que cuidarla.

¿Guarda algo de rencor?
Para nada, son una directrices y como en toda empresa pasan estas cosas. Yo siento agradecimiento porque por 10 años me abrieron sus puertas, y uno no puede ser ni desagradecido ni soberbio.

¿Cuál sería su posición si le llegan a hacer una propuesta?
Abierta totalmente. Analizaría qué me están ofreciendo y las condiciones.


SU VIDA AHORA

Una de las cosas que más le costó tras su salida de ‘El lavadero’, fue acostumbrarse a pasar un viernes en las oficinas del Concejo de Bogotá donde ha laborado desde hace muchos años, incluso, paralelo a lo que era su trabajo como presentador de chismes en el programa de RCN. Y le ha tocado acostumbrarse a estar en ese recinto, porque antes los viernes eran los días de grabación y a las instalaciones del Concejo ni se asomaba.
En la actualidad, Rodrigo está trabajando como secretario de la Comisión de Gobierno, cargo que ocupa desde el pasado mes de noviembre; y también está presentando el programa CDC, del Canal Uno, con muchas variedades los fines de semana
“El sector público me encanta, explota otra faceta en mi que es el servicio, entender los temas de la ciudad, poder opinar. Lo importante es acumular experiencia en estos cargos porque tengo la aspiración de que en unos años pueda presentar mi nombre para un cargo público“, dijo.
Y la aspiración que tiene en primera instancia es llegar a ser Concejal de Bogotá, para así iniciar una carrera política en la que lleva trabajando hace 14 años en diferentes cargos.




martes, 19 de mayo de 2015

Conoció a su papá hace 7 meses

Brenda Hanst es la actriz que le da vida a ‘Isabel Valencia’, en ‘Sala de urgencias’. Aunque es barranquillera, casi toda su vida la había pasado en Venezuela, y apenas ahora conoció a su papá. Ésta es su historia.




Ya quisiera una mujer poder cambiar ciertas cosas que no le gustan de la forma de ser de su pareja como lo logra ‘Isabel Valencia’ con el doctor ‘Beltrán’ en ‘Sala de urgencias’. Desde que se conocieron ella ha transformado en cierta manera el fuerte carácter de ese hombre y por eso es que la actriz Brenda Hanst está disfrutando tanto este papel, porque en la vida real ni ella ni muchas mujeres logran ese cometido.

“Aunque soy una convencida de que el amor lo logra todo, yo si quisiera encontrar una persona que pueda ayudarme a mejorar mis cosas malas y yo las de él, por qué no, sería un muy bonito ejercicio”, nos dijo la actriz. Y tras esta respuesta podemos concluir que esta morenaza a diferencia de ‘Isabel’, su personaje, no está enamorada.

“Efectivamente estoy sola, esperando a ver qué pasa. ¿Pero sabes? Es que me he vuelto más exigente. Soy muy romántica, me doy mucho en mis relaciones, no sé dar a medias, y ahora quiero a alguien que se acople conmigo, que nos llevemos bien y que venga a apoyarme”, aseguró.

Su bastón ahora es Dolores, su madre, con quien vive en Bogotá desde hace cuatro años, después de llegar de Venezuela donde vivió desde que tenía 10 años de edad. Brenda, aunque barranquillera, se radicó en el vecino país por cuestiones laborales de su madre en ese momento, y allá fue que comenzó su carrera en el mundo artístico. Sus primeros pasos los dio en el modelaje. Hizo pasarelas, comerciales y estudió actuación, hasta que su mánager la convenció de venir a Colombia a presentar castings.




SU LLEGADA A COLOMBIA



Hace cuatro años, llegar a nuestro país, fue para Brenda una experiencia traumática. En Venezuela como hija única dejó a su mamá, vendió todas sus cosas materiales y se vino para un país, que si bien es su tierra natal, había partido siendo muy niña. Pero esa tensión se la aliviaba su pareja en ese momento con quien llegó a Colombia, ambos con una misma ilusión: trabajar y fortalecer la relación.

Comenzaron los castings y antes que la televisión, la primera puerta que se le abrió fue la del cine. Se confirmó para el elenco de la película ‘Mi gente linda, mi gente bella’, y si bien estuvo feliz por la oportunidad que se le presentó, ésta estuvo opacada por un mal momento en su vida.
”Curiosamente el día que me confirmaron para la película, mi relación con la persona con la que me vine a Colombia, se acabó. Cada uno cogió su rumbo, así que ya no tenía ese apoyo que significaba él en ese momento cuando aquí había llegado comenzando de cero”, recordó.



SUPERANDO SUS MIEDOS


Y así como este momento marcó su vida, hubo otro en la vida de Brenda que también por un tiempo la afectó. El hecho de conocer a su padre después de 30 años. 
“Los hermanos por medio de mi papá -que me dí cuenta que son siete- me estuvieron buscando por las redes sociales hasta que me ubicaron. Me escribieron un mensaje en Facebook y por medio de esta red social me pude poner en contacto con mi papá. En diciembre del año pasado habíamos quedado en conocernos personalmente, pero él murió antes de esa cita. Tenía cáncer de próstata y se fue. Yo creo en parte que él quiso buscarme porque sabía que podía fallecer y en las conversaciones hubo todo un proceso de perdón”, contó.

Brenda ya no tiene nada qué temer. A su mamá se la trajo de Venezuela hace un año y según afirma, desde que ella llegó se le empezaron a abrir más puertas. “Ella es una persona muy religiosa, muy positiva y ahora todo está fluyendo de maravillas”, afirmó.
Le salió trabajo en ‘Tres caínes’, fue la esposa de ‘Tato’ en ‘El capo’ y pronto la veremos interpretando a la ‘Tía Ana’, en la novela que se prepara sobre la vida de Celia Cruz.


Nota tomada de la revista La Q' del 1 de mayo de 2015.

lunes, 18 de mayo de 2015

Se le creció la familia

La presentadora de ‘Sábados felices’, Vaneza Peláez, está esperando su segundo bebé. Ya tiene seis meses de gestación y se llamará Celeste.





Vaneza mantenía en completo silencio la noticia de que se convertiría en mamá por segunda vez, después de haber dado a luz hace un año a Luciana. Sin importar el tiempo, ella está feliz, disfrutando de nuevo esta experiencia al lado de su esposo Sebastián Murillo, con quien ya lleva tres años.

¿Cómo repartir el rol entre madre y las ocupaciones como modelo y presentadora?
Yo pienso que uno tiene que sacar tiempo para todo. Por mis roles como madre, comunicadora social, modelo, presentadora, esposa, hay que saber repartir todo muy bien. La niña me la llevo para todas partes menos cuando hay grabaciones, porque la jornada de trabajo es muy dura, desde las 7:00 a.m. hasta las 11:00 p.m., de resto siempre trato de estar con mi familia”.

¿Cuál es el secreto para tener un matrimonio feliz?
Tolerar, ser paciente, respetar los espacios de cada uno y disfrutar al máximo cada momento que se comparta con la pareja”.

¿Qué técnicas o trucos de belleza utiliza para verse siempre bella?
Trato de hacer ejercicio mínimo 3 veces a la semana, me desmaquillo todas las noches. Yo tengo mi rutina de limpieza: en las mañana usar siempre bloqueador solar, hidratar, exfoliar. Me aplico muchas cremas hidratantes todo el tiempo en el cuerpo”.

¿Qué ha sido lo mejor de ser mamá?
Es una felicidad tan grande que es imposible describir. Solo las que somos mamás logramos entender el amor que se siente. No hay nada mejor que despertarte todos los días y ver una persona que te sonríe, que te pide un abrazo, que siempre quiere estar ahí. Luciana es una niña alegre, expresiva”.

¿Cómo es un día de Vaneza Peláez?
Depende lo que tenga que hacer. Si tengo fotos, el horario es de 7:00 a.m. a 6:00 p.m., estoy todo el día encerrada en un estudio. Cuando no estoy modelando, voy al gimnasio, hago mucho ejercicio, estoy en la casa con la niña, la llevo a clases de estimulación, de natación; y cuando estoy grabando, es todo el día, de 6:00 a.m. a 11:00 p.m.”.

¿Cómo es el estilo de Vaneza?
Me encanta la moda. En semana trato de estar muy cómoda, en tenis; pero ya los fines de semana, cuando voy a salir, sí me gusta ponerme pintas mucho más chéveres para la noche”.

¿Cómo es su alimentación?¿Come de todo?
Yo trato de comer de todo pero en pocas cantidades, como 6 veces al día. Mi alimentación es muy balanceada. Evito fritos, azúcar y nunca tomo gaseosas”.

¿Qué es lo más difícil de tener una vida pública?
Que todo el mundo opine y se meta en tu vida; pero si uno tiene una vida tranquila y separa lo personal de lo profesional, no hay problema. Pero también es muy lindo cuando las personas reconocen tu trabajo y te sientes admirada por los demás. Esa es la parte chévere”.

¿Siempre soñó con ser mamá?

La verdad, sí, porque es el ejemplo que me dieron en mi casa. Mis papás llevan 36 años de casados, ellos han sido el mejor ejemplo para mí. Somos 3 hijos y siempre tuvimos ese ejemplo de hogar, de familia. Siempre quise tener un hogar feliz y tranquilo como el que ellos me dieron a mí. Uno tiene muchos planes de vida; inicialmente mi proyecto era desarrollarme como profesional, realizar una carrera, trabajar en lo mío, sentirme realizada como mujer y como persona y ahí sí buscar el momento de tener una familia. Ya llevo tres años de casada, y para mí los hijos eran después del matrimonio. Estando casada no me he privado de nada, la vida me ha cambiado para bien. Ahora estoy jugando a ser mamá”.

"Siempre ponía mal el ojo"

Helga Díaz nos habló claro. Dijo que en el amor siempre fracasó porque se metía con quien no debía, lo que la llevó a reflexionar y encausar su vida. Ahora vive otra etapa al lado de su esposo Hernán García y sus tres hijos.


Hace tres meses cuando nació Emiliano, el tercer hijo de la actriz, se supo sin más datos, que el bebé había sido sometido a cirugía por una obstrucción en su esófago. Helga no quiere hablar del tema, pero si reconoce que debido a que la salud del bebé no estuvo muy bien al principio, ella se hizo consciente de muchas cosas y más de una vez gritó al cielo pidiendo: “¡Auxilio!”
Con lo de la salud de Emiliano llegó un momento que dije que si esto me estaba pasando era por algo, que debía aprender. Y es que yo no tuve mucho tiempo para compartir con mis otros hijos (Antonia, de 15 y Salomón de 6) porque a ellos los tuve muy chiquita y los papás no sirvieron para nada. Entonces a los 8 y 15 días yo tenía que salir a trabajar para rebuscarme la comida. Ahora a Emiliano lo estoy disfrutando, estoy enfocada en él, me gocé la maternidad, estos primeros meses, y todo gracias a que tengo un esposo espectacular y que me está ofreciendo lo que siempre buscaba pero que no lo encontraba porque me metía con las personas equivocadas”, dijo.

¿Helga tocó fondo?
Entendí que la estaba embarrando porque ponía el ojo mal puesto y en gente que no valía la pena, como por ejemplo, los papás de mis otros hijos que me quitaron la plata es vez de ayudarme a ahorrar. Cuando entendí que el problema no era de esas personas sino mío, de lo que yo escogía para mí, empecé a darme cuenta y decidí quedarme sola un buen tiempo.

¿Cuánto tiempo duró sola y qué logró reflexionar?
Fue un año sola. Para muchos quizás es poco tiempo pero para mí que me metía en una relación y en otra, fue bastante espacio. Ese tiempo me sirvió para reflexionar y pensar qué era lo que quería, quién era, qué era lo que no quería, qué era lo que ya no me iba a aguantar.

¿Y apareció su actual esposo?
Cuando lo encontré me pasó algo distinto a lo que nos pasa a muchas mujeres, que a veces estamos por necesidad y no por amor, y así termina uno metiéndose con el que sea por no estar solo y ahí es cuando uno la embarra.




¿Cómo siente que ahora no la está embarrando?
Porque con Hernán es un amor consiente. Por primera vez en la vida puedo decir que amo de verdad, con sus defectos y cualidades, no quiero cambiar a nadie, así lo quiero amar. Aprendí que uno de los grandes defectos que tenemos las mujeres es que uno dice amar, pero desde el principio le está diciendo a alguien que cambie una cosa o mejore la otra, eso no es amar.

¿Cómo se conoció con Hernán?
Haciendo la película ‘Uno al año no hace daño’. Eramos amigos, nos reíamos un montón y un día me dijo que él nunca estaría con una mujer como yo para tomar el pelo, sino que realmente estaba enamorado de mí y yo le dije que yo también. Fue algo muy divertido y por lo mismo fue que decidí darme la oportunidad, porque yo decía que no existía el peligro de volver a salir con alguien.

¿Y escuchándola hablar se le sale el amor por los poros?
Parezco de 15 años. Yo estoy en la casa y lo oigo llegar y siento mariposas en el estómago. Tengo claro que él es el hombre de mi vida y la persona con la que quiero estar el resto de mi vida. Es un gran padre, gran esposo, gran trabajador, se me infla el pecho decir que es mi marido, me parece el hombre más guapo del planeta.

¿Sin duda está viviendo otra etapa de su vida?
No me cambio por nadie. Siempre me pareció desolador el panorama de no tener hijos y ahora los tengo. Gozo de un marido espectacular, pero lo más maravilloso de la vida es cuando te amas más a ti mismo que a los otros, es un tema de amor propio y de dar amor, y cuando entras en ese proceso las cosas maravillosas te llegan.

¿Se arrepiente de lo que vivió para llegar a este momento de plenitud?
No nada. Me da pesar de mis hijos que tengan los papás que tienen porque los niños finalmente no tiene la culpa de nada y terminan pagando los errores de los adultos, pero gracias a Dios como buena santandereana, suplí la necesidad de mis hijos en muchos aspectos. Creo que he hecho mi mejor trabajo criándolos desde el amor, la honestidad, desde las ganas y les he mostrado que lo importante es estar con quien te ama y que papá no es quien hace los hijos sino quien realmente se preocupa por hacer de tu vida algo mejor.

¿Qué pasaba con su vida cuando tuvo a Antonia?
Tenía 22 años, yo era una pelotuda. Había llegado a Bogotá y conseguí un novio, el hombre más desastroso del planeta, y preciso quedé en embarazo y casi me da un ‘patatus’, pero yo en el fondo estaba dichosa porque siempre quise tener un hijo.

¿Y qué pasaba cuándo llegó Salomón?
Con el papá de Salomón yo sabía que ese no era el hombre de mi vida pero yo quería tener un hijo, quería tener un varón y como ya me había demostrado que podía tener un hijo sin necesidad de un hombre al lado, pues quedé en embarazo. Lo que nunca me imaginé es que pudieran ser tan desastrosos los papás.

¿Usted demandó a los papás de sus dos hijos mayores por alimentos, en qué quedó eso?
En nada. En este país no protegen para nada el tema de los niños, archivan esos procesos, se demoran mil años y al final, no pasa nada.

¿Sus hijos tienen alguna relación con sus papás?

Ninguna. Durante mucho tiempo intentaba hablarle de ellos, como se llamaban... un día Antonia me dijo que yo porque le hablaba de ese señor si no lo conocía y no le interesaba conocerlo. La metí al psicólogo pensando que era algo que le dolía, pero no, entendí que no extrañaban porque nunca los tuvieron.




lunes, 11 de mayo de 2015

El 'picaflor' de moda en Colombia

Carlos Vergara es 'Rafael María', el papá de Diomedes en la novela. Su personaje es la sensación

Desde el pasado mes de junio Carlos Vergara está metido en la piel de ‘Rafael María’, y si algo le ha aprendido a ese personaje es el amor que siente por su familia independientemente de lo que haga, la lucha que a diario emprende, los valores del que es dueño y esa nobleza que lo caracteriza. Lo que no se le ha ‘pegado’ es lo ‘perro’ que puede llegar a ser ‘Rafael María’.

“No he sido un santo pero si juicioso (risas). En mi vida me he encontrado con mujeres maravillosas, bellas por dentro y por fuera”, nos dijo.
¿Y ahora está soltero, comprometido...? -“Dejémoslo ahí”- respondió. Poco habla de su vida privada, en cambio de sus proyectos laborales no hay quién lo calle porque siempre está ocupado en algo. Cuando no está actuando en teatro, televisión o cine, está detrás de cámaras como guionista, productor o director de cine.
“Así la gente no me vea en TV estoy siempre haciendo algo referente a lo audiovisual. He hecho en los últimos diez años más de 10 cortometrajes que han sido premiados en diferentes festivales. El año pasado hice también mi primer largometraje llamado ‘Huellas’ el cual espero sea lanzado a finales de este año en las salas de cine del país”, nos contó.
Tiene además una fundación desde hace 11 años en la cual a través del arte abordan problemáticas ambientales, sociales y culturales, y así le queda tiempo para ir a cine o salir a un buen restaurante, sus planes favoritos.





EL HOMBRE DE HONOR

El soldado Zapata de la recordada serie ‘Hombres de honor’, de los años 90, fue su primer papel en televisión. Cuando le propusieron este personaje abandonó su trabajo como locutor de radio que venía desempeñando en Bogotá, porque aunque ya se había graduado como actor de la Academia Charlot, aún no conseguía trabajo como tal.

A la Capital llegó siendo muy joven con el sueño de estudiar Artes Escénicas. Fue el único de sus ocho hermanos que se aventuró a salir de su natal Córdoba en donde hizo sus pinitos en la actuación y la locución, mientras estudiaba el bachillerato.


Ha hecho de todo, le falta cantar... ¿alguna vez se ha animado?

Soy un músico frustrado porque soy bastante desafinado y como respeto tanto la música, creo que si fuera a hacer algo tendría que dedicarme de lleno. Les cuento que cuando estuve en ‘Hombres de honor’ me propusieron cantar y reencauchar unos tangos, pero me dio miedo. Me dijeron que me enseñaban y me preparaban pero preferí decir que “no”. 

¿Es el soldado Zapata el personaje más querido por usted? 
La gente todavía me pregunta por ese personaje, pero yo no sabría decirte eso porque ahora con el ‘boom’ de las redes sociales uno siente a las personas más cercanas. Lo que sí te puedo decir es que ‘Hombres de honor’ me persigue (risas). En este momento tengo los derechos de autor para hacer la película. De hecho el guión ya está, pero no creo que para este año esté lista.

¿Y ahora está ‘diomedizado'?
Desde siempre y no porque ahora esté haciendo la novela. Antes de estudiar Artes Escénicas yo trataba de imitar a Diomedes en sus gestos no en su voz.

¿Y le gusta el vallenato? 
¡Claro!, y hubo un tiempo en Bogotá que no lo escuchaba y caí en la cuenta que no hacía porque me daba mucha nostalgia. Pero así como me gusta el vallenato, me gusta la salsa, la carranga, la música del Pacífico, la clásica. El haber trabajado en radio te permite afinar el oído.

¿Cuál es la canción que más le gusta de Diomedes?
‘El perdón’.

Viniendo de una familia tan grande ¿por qué decidió no tener hijos?
Nunca me he visto con hijos. Yo viví con un hermano menor y estaba pendiente de él todo el tiempo y me estresaba mucho. Pero entre muchas cosas, yo he sido muy curioso con el tema ambiental y descubrí que gran parte de la problemática del planeta, es la superpoblación.